La enfermedad de Parkinson implica la degradación progresiva de células nerviosas en el cerebro, particularmente aquellas que producen dopamina, un neurotransmisor crucial en el movimiento, la memoria y el estado de ánimo.
Aunque la causa exacta es desconocida, se cree que factores genéticos y ambientales pueden influir en su desarrollo.
Entre los factores ambientales se encuentran los pesticidas y metales como manganeso, plomo, hierro, cobre y zinc.
Los factores de riesgo incluyen: